Es uno de los cortes más populares entre los diseñadores y las novias que buscan una picardía especial
Con reminiscencias a la Belle Époque de principios del siglo XX, y a las posteriores décadas de los años 40 y 50, los vestidos de novia asimétricos definen el espíritu de la novia soñadora: el equilibrio perfecto entre las propuestas cercanas a la Haute Couture de París y a los trajes de novia ultrarrománticos que enseñan (o esconden) una picardía especial, y que pueblan las pasarelas nupciales de Madrid, Barcelona y Nueva York.
Una ilusión óptica que define una de las fórmulas geométricas preferidas de la moda, y que propicia la profusión de detalles y bordados, así como el uso de capas de gasa y tul, los cortes cruzados o los tejidos oblicuos, prendidos sobre el pecho.

Los vestidos de novia rojos de Vera Wang existen también en una versión ‘nupcial’ más clásica, en marfil y blanco roto.
Noticia extraída de Hola.com